Concierto perdido

en

Hoy no escribo nada serio. Cuento cosas prosaicas, normales, que nos pasan mientras pasa la vida. He decidido hacer cosas. Creo que es una cita apócrifa de George W. Bush: «Si no hacemos algo, corremos el riesgo de no hacer nada». Así que he decidido ir a unos cuantos conciertos.

Y, cómo no, me dedico a ir a conciertos de cantautores, que es lo que me gusta. El problema es que, a mi menguado pueblo no llegan las canciones del gran mundo, ni siquiera del pequeño mundo, así que tengo que ir de concierto a Valencia o, en el peormejor de los casos, a Madrid.

Así que este fin de semana estuve en Madrid por ocio, viendo a Luis Ramiro, en Galileo Galilei. De paso, aprovecho y me pierdo por Madrid en verano, que no es, ni de lejos, Madrid en invierno.

No sé si fue por el calor, o por el grupo o por mi estado de ánimo, pero tampoco me animó demasiado. Un esfuerzo demasiado grande, 800 km. y un sabor extraño. Pero hay que seguir en la brecha.

Por suerte, en Valencia, a sólo 60 km. de mi casa, se empieza a mover el mercado de concierto (la escena de cantautores, como diría Radio3). Y este domingo venía Gastelo a Valencia, y tenía pensado ir, pero lo han cancelado. Pone que por motivos de salud, aunque podría ser por falta de quórum. Así que me quedo con un concierto menos, en horas intempestivas de domingo y con tantas dudas que ni compré entrada.

Pero tengo ya entrada para Luis Ramiro (otra vez) en Valencia el día de la Champions, y también viene Rafa Pons en junio o julio. Así que voy a obligarme a ir, aunque cada concierto me cuesta un terrible esfuerzo anímico. Me lo tengo que hacer mirar.

Seguiremos con la música, que últimamente es lo que me da más paz, lo que me trae mejores recuerdos de viejos sueños.