Hoy empieza una nueva etapa, ya no digo que inesperada, pero sí un poco decepcionante. Lo que no implica nada más que abrir el abanico de posibilidades, por fin, otra vez.
Se acercan cambios y revelaciones en este blog, espero que pronto. Pero hoy, en las elecciones municipales que han habido, he perdido el cargo político que tenía y, que por desgracia y mala fe de algunos, me obligó a cerrar mi anterior blog y abrir este anónimo. Pronto pondremos coto a estos desmanes.
Así que empiezo a recuperar mi anterior vida, y la libertad de decir mejor lo que pienso. Y todo esto lo trae una derrota.
LA victoria tiene mil padres, y la derrota es un hijo bastardo que nadie reconoce. Aunque también pienso que las victorias nos vuelven algo más tontos, y las derrotas nos deben hacer aprender algo más. Espero haber aprendido algo en esto. Tengo unos años para evaluarlo, sacar conclusiones y seguir adelante con otros proyectos. esto pone fin a mi carrera política (que, por cierto, nunca pretendí que durara más allá de estos 4 años).
No duele nada, la verdad. Ni siquiera un poco el ego o el honor personal. A veces ganas, a veces pierdes. Si consigues aislar cuánta parte de culpa tienes en la derrota, ya has hecho bastante. Si eres capaz de decidir qué volverías a hacer y qué cambiarías, si eres capaz de determinar cuánto has cambiado el mundo y cuánto te ha cambiado a ti, cuánto de tu alma has vendido al diablo en este viaje, cuántos amigos has ganado y cuántos has perdido… si consigo responder a estas preguntas, creo que habré aprendido algo de esta aventura equinoccial en pos de Eldorado.
Ahora vuelvo a mis cuidados formales, a mis clases de universidad y a cambiar el mundo desde otro escenario, que no todo es apacentarse de viento. Me quedo con lo aprendido, con la gente buena que he encontrado, con humildad para preguntarme qué podría haber hecho mejor, con la certeza de tener la conciencia muy tranquila, con la alegría de recuperar mi vida 4 años después.
Gano, por el color del trigo y por la caterva de enemigos que me van a perseguir durante una buena temporada. Va a ser divertido.