Ella estaba jodidamente loca,
yo estaba jodidamente enamorado.
Yo esperaba cada tarde
ver su silueta toreando los coches en la calle,
despertarme oliendo su aroma,
perder mis brazos entre su pelo.
No pudo ser.
Nunca llegué a ese mundo,
a su mundo,
jodidamente loco,
jodidamente hermoso,
jodidamente bello.
Me queda
su jodido recuerdo,
la jodida sensación de lo que no puedo ser.
Porque ella estaba jodidamente loca
y yo jodidamente enamorado.