Siento que esto no se acaba, y espero el fin.
Después de tanta guerra, de tanto dolor y tantos amaneceres inciertos, tantas noches en que me acuesto con la desesperación y la resignación a partes iguales, sabiendo que la siguiente aurora no traerá más que la misma mierda, la misma guerra.
Tras tanto camino, tanto tiempo, tanto dolor, tanta miseria y tanta grandeza, sólo quiero un lugar donde esconderme, sólo quiero paz y refugio y mucho consuelo; un lugar donde posar los ojos y que no duela, que todavía maraville. Una risa y una penumbra que prometa paz y risas y dulcedumbre. Que deje sanar mi corazón, mi alma, mi mente.
Que luego vendrán las ganas de guerra, sin duda alguna. Pero ahora quiero paz y poder dormir a tu lado, y abrir los ojos y que no duela nada.
Aunque sea un solo día.