En el cuento de marzo
Caperucita se comió al lobo,
nevó en África en verano,
y un meteorito
nos trajo de vuelta a los dinosaurios.
Se acabó la guerra en el mundo,
el colesterol
se curó con chocolate,
y yo
dejé de quererte.
En el cuento de abril
florecieron los cerezos,
volvieron las golondrinas,
nos rompimos los ojos de llorar por Gaza,
por Ucrania, por nosotros.
El mundo siguió girando,
ajeno a nuestros gritos,
y tú y yo
nos salvamos la vida
comiéndonos a besos.