No sé para qué escribo,
para quién.
Quizá escribo
para las sillas vacías
que dejaron mis amigos.
Quizá.
Quizá es la palabra
que marca los poemas,
las heridas,
nuestros besos.
Quizá escribo
para la musa del poeta,
para esos caminos que mostraste,
para el infierno que queda
cuando no estás.
Quizá escribo para gritarme,
para darme cuenta
de que no me quiero,
para seguir recordando
que no sé si me quieres,
si esta vida
valió la pena.
Quizá,
simplemente,
escribo.
Te escribo.
ES
Qué difícil es querer despacio. Tan difícil como frenarte a tiempo. Fredi Leis