Celebremos hoy que estamos vivos. Celebremos el sol en tu rostro, el viento en el parque, la última copa y el primer sueño.
Celebremos que la Tierra rueda, quizá por nosotros. Que la poesía sigue siendo el arma cargada que devuelve la vida. Que nosotros, los de antes somos los que cantó Neruda.
Celebremos que las heridas no duelen, que las balas nos han atravesado y seguimos volando.
Celebremos que vomitamos risas y palabras de este dolor de estómago causado por la risa de saberte en mi cama, en mi casa, en mi vida.
Celebremos que los coches no vuelan, y aún podemos ver las estrellas. Celebremos que los tontos son legión, y sinnúmero los incultos.
Celebremos habernos encontrado en esa multitud que se proclama mundo y seguir creyendo que el destino es una puta vestida de verde, que el amor es nuestra quimera, que el dolor se cura con pastillas y los versos sólo cuentan mentiras para que las niñas duerman.