Llevo mucho tiempo sin escribir. Se me han ido las ganas, no sé por qué, aunque me lo noto y lo temo dentro de mis entrañas. Esta bitácora siempre fue una válvula de escape, un soliloquio que era plática con un buen amigo (perdón, Machado). Y últimamente no estoy hablando con nadie.
Están cambiando demasiadas cosas dentro de mí. Están aflorando certezas y temores como hordas de bárbaros que se sientan en las murallas ca cantar y no a luchar. El mundo se ha puesto del revés, y toda la injusticia, la incomprensión, el egoísmo, me devoran. Estoy equivocado, herido. Estoy fuera de mi mundo.
Voy a volver a escribir. Tengo que cambiar mi vida, encontrar ese camino de baldosas amarillas que me lleva a la gran decepción, la inconmensurable mentira que es Oz. Tengo que encontrar ese lugar, ese estado mental, esa muralla que me protege del mundo que me ha clavado la lanza en el costado,
Voy a escribir más. Voy a cambiar mi vida. Voy a ser justo, coherente. Voy a parar el mundo que me hiere continuamente, voy a detener la injusticia, el egoísmo, la vida que me hiere, que me maltrata mientras me exige todo. Voy a ponerme a mí por delante, tomar las riendas y hacer lo que siempre debí hacer. Arrastrar errores durante tiempo es lo que tiene, que acabas pensando que todo es un
Te quiero. Me quiero.