Necesito escribir

en
Calaveras y estrellas, Rebeca Jiménez

Hoy necesito escribir. Me resisto a coger el revólver y empuño la poesía, contra la vida. Para defender, con Benedetti, la alegría que a veces me falta, para recluir a la ansiedad, en su mazmorra y así, amarte mejor.

Para no incendiar el mundo con la ira y el miedo que me devoran los días que no tengo, para que la soledad no sea lo poco que es y que me venza tan a menudo. Para que podamos cerrar heridas o, al menos, no abrir nuevas encima de las viejas que aún no han curado. Para que me olvide de la armadura hirsuta.

Escribir es deshacerse del dolor, de las dudas. Meditar sobre este inconsolable llanto que a veces se derrama solemne en mi ajado corazón, en mi horadada cabeza que todo lo puede, que derriba muros y mata o muere sin que nada importe. Porque siempre fue más fácil destruir que construir, y puedo ser tan delicado construyendo como eficaz destruyendo.

Lancemos por la borda la ansiedad, el miedo, las penurias que emponzoñan la débil esperanza. Esperemos que las manecillas del reloj den la hora para nuestros corazones se besen dulcemente.