Quédate con los cuentos que te cuento cuando duermes a mi lado; con los besos de tornillo que atornillan nuestras bocas; con las noches de mensajes con minutos, segundos y locura; con las caricias y te quieros que cruzan ríos y mares. Quédate con carreras en la noche, con miradas que lo dicen todo, con hombros que acogen cabezas, con manos que se cogen, con corazones que se mueren el uno por el otro. Quédate con eso que tenemos, aunque sea un tercio: que sea de Mahou y contigo entonces; con los juegos, las risas y las rayas de tu pelo, los dientes de tu boca que se comen la mía y el mundo que nos rodea. Quédate quieta, en tu mundo, donde quieras: que yo voy a quedarme contigo. Quédate. Conmigo, contigo. Pero quédate. Por favor, quédate. Que yo me quedo contigo.
Hay tantas canciones que te dicen que te quedes…