Si hoy tuviera un deseo, tan sólo un deseo, pediría que vieras por mis ojos cómo te veo. Desearía que sintieras con mi corazón cómo te siento. Rogaría que vivieras cómo te veo, cómo te vivo, cómo te quiero, cómo te admiro. Quizá así curaría tus penas y tus dudas, tus miedos y decepciones, y podrías saltar sabiendo que yo no te suelto. Que soy toda la verdad que se puede ser en este mundo y que no hay trampa cuando se ama como yo te amo a ti.