Una casa sin ti

en
Me dejó marchar, Coque Malla
Hubo una vez
que construimos,
casi sin pretenderlo,
un refugio en la gran ciudad
donde escondernos de los monstruos
de tu armario y del mío.

Juntos
y totalmente revueltos
creamos un hogar,
pintamos su paredes con los besos,
llenamos la nevera de caricias y latas de risas,
y encendimos una lumbre para quebrar el frío.

Hoy, que no estás en el refugio,
me cubro con la manta que dejó tu ausencia,
quito el polvo y telarañas
del alma rota que te echa de menos.
Espero
tu llamada,
tus mensajes,
sueño con tu cuerpo
entre mis brazos,
en nuestra cama.

Pero hoy
este refugio sin ti
sin tus noticias
sin tu risa
sin tus brazos en mi espalda
sin tus besos en mi boca
es más cárcel que refugio
es más tristeza que música
es más silencio que risa.

Esta casa
sin ti
no es casa.
Ven
y llénala
con la alegría de los pobres.
Llénala contigo,
que conmigo está tan vacía
que oigo el eco de mi llanto
echándote de menos.