Me encantan «Los Secretos». Me refiero, para quien no lo sepa, al grupo musical. Lo sigo desde alrededor de 1984, no puedo saber con certeza la fecha ni el año; sé que los conocí más o menos cuando empecé mi carrera. Desde entonces, he conseguido acumular casi todos sus discos y memorizar las canciones más conocidas.
Por determinados motivos, salieron a colación dos canciones, una de ellas por error mío. Ambas, cómo no, con historia.
«Aunque tú no lo sepas» fue una canción popularizada por Enrique Urquijo, pero su compositor fue Quique González. Ahora él mismo la canta en muchos de sus conciertos. Durante algún tiempo se esperaba que Quique González fuera una especie de sucesor de Enrique Urquijo en «Los Secretos», aunque continuó su carrera en solitario. Es más: esta canción está inspirada en un poema de Luis García Montero del mismo título. Dedicado, creo, a Almudena Grandes, su esposa.
La canción habla de ese amor no correspondido, anónimo, desconocido, que azota a tantos y tantos corazones. Mi interpretación, siempre errónea, es que es una canción dedicada a alguien que nunca estuvo ni se espera. El poema, por contra, me parece dedicado a alguien que estuvo y todavía, pero no sospecha a qué nivel, con qué intensidad despierta ese fuego.
Todos tenemos alguien que no lo sabe. Incluso a veces, en mi caso, no quieren saberlo porque es más fácil fingir desconocer que aceptar los sentimientos no correspondidos.
La segunda canción, error inspirado por la anterior, fue «Pero a tu lado». No sé por qué, el subconsciente me traicionó, y la trajo a mi memoria. Parece una canción de amor; en realidad, es una canción de amor. Es la canción de amor paternal que dedicó Enrique Urquijo a si hija recién nacida, María.Enrique era una persona sensible y deprimida, y la combinación de alcohol y drogas lo llevaba por malos caminos. Aun así, trataba de volver al buen camino y a la cordura, pero al nacer su hija hizo firme propósito ante nueva, sobrevenida situación de ser padre. Pese a los buenos propósitos y los esfuerzos de Enrique, las cosas no salieron como se esperaba. Pero eso es otra historia, y será contada en otra ocasión.