Creo que ya tengo una entrada con este título, pero también esta bitácora es un círculo infinito, una trayectoria cerrada sobre una superficie de Riemman. Así que no me importa empezar de nuevo.
Hoy es una declaración de intenciones. Una más. La declaración de escribir más en mi bitácora, la intención de cerrar todas mis redes sociales de un plumazo.
Esta última intención la llevo barruntando bastante tiempo. Me causan todas ellas demasiado estrés y prácticamente ningún beneficio. Sólo quedan algunas personas, verdaderamente apreciadas, con las que me comunico o sigo o las sigo soñando. Pero, reconozcámoslo, soy fácil de encontrar.
Así que es muy posible que borre el Facebook, el Twitter y el Instagram, y me dedique a cuidarme un poco por dentro. A leer, a escuchar música, a buscar personas con las que tomar un café, una cerveza, conversar; dejar de lado el postureo artificial, forzado, las apariencias.
Quizá así, con un poco de orden y concierto, de rutina y de viejas costumbres, salgamos de este último refugio y encontremos sentido a la música y la poesía que nos hace pensar (llorar) por las noches.