No quiero paz si no es contigo.
Debe de ser por eso
que no dejo de embarcarme en guerras,
en querer marchar sobre Moscú,
en no parar de recorrer el mundo.
No sé si te busco
o es que huyo de mí mismo;
últimamente
ando algo perdido ;-(
he renunciado a buscarte 🙁
me he acostumbrado a la guerra,
al ruido sordo,
al dolor rechinante.
Ahora,
en mi aventura equinoccial,
en mi selva vietnamita,
en mi trinchera francesa,
en este despacho sin alma en el que me escondo
acabo de descubrir
que puedo rendirme
solo,
sólo
si me lo pides tú.