Uno de mis miedos, cada día mayor, es haber escrito todos los capítulos de mi vida. A estas alturas, la línea de la sombra ya cruzada, me aburren hasta lo doloroso mis días, sabiendo, más bien temiendo, que ya estoy donde me voy a quedar para siempre. Y eso me da mucho miedo, me da más tristeza.
Por eso cuando viajo, cuando salgo de mi zona de confort, del mundo que el hábito lame hasta darle suavidad satisfactoria, la esperanza aflora.
Porque viajo sin equipaje, sin pasado, con un mañana por escribir, con una cuenta nueva cargada de borrones, una libreta nueva en blanco donde puedo escribir cualquier cosa. Todo es posible.
Suena la música, mis ojos recorren la ventanilla del tren, suena Quique González, Ismael Serrano, La M.O.D.A. Son parte de la banda sonora de mi vida, repleta de recuerdos y de lastre. Pero hoy todo es posible. Hoy empezamos a dibujar todo en el arenero, hasta la próxima tormenta.
Madrid es el futuro preñado de pasado. Porque hoy estabas tú en ese concierto, y me duele no haberte encontrado, con esta ciudad conspirando para que nuestros caminos nos se crucen. Madrid es una mujer que me dijo que no, es una calle con frío y lluvia y putas, son museos y bares y tú cintura y tu risa y tu adiós. Para que al final tú acabaras en Burgos y yo en Alicante. Para que Madrid siga siendo una promesa de encontrarte. Para que Madrid sea un inicio, donde cada día sea la promesa de verte en mi cama, la esperanza de verte en mi cama, la esperanza de dar gracias todos los días porque sé que esta ciudad esconde un corazón que me puede salvar.
Y huir del tedio, la rutina, los días aburridos sin esperanza, la monotonía de los barrios sórdidos, y cada día verte y curarme de todo.
Y luego vuelvo del viaje a mis consabidos quehaceres, al tedio, a la rutina, a los días aburridos sin esperanza, a la monotonía del pueblo sórdido y menguado, a verme cada día en el espejo y buscar tu fantasma a mi espalda, en mi cama vacía.
Un viaje siempre nace preñado de esperanza, y termina devolviendo cuerpos que albergan a otros, más viejos, cansados, derrotados, desahuciados…