Pongo esta entrada entre paréntesis porque me quedan pecados y mujeres: locura y lujuria, que empiezan por la misma letra, y puede que hastío o consuelo, cuando al final todo se convierte en condena.
Pero hoy no hay sitio para pecados. Vengo de inyectarme mi dosis de melancolía en vena, sigo con mis defensas bajas, sigo yendo solo a los conciertos y me faltas tú. Sigo esperando a alguien que me diga que tiene un monstruo en el armario, que borre mi pasado y me ayude a escribir ese futuro que no tengo.
Sigo cansado y aburrido de mi vida; he perdido la esperanza de que este presente, pasado del que huyo, acabe de una vez por todas.
Y no estás a mi lado. A veces creo que ya ni existes; sigo caminando a ver si tropiezo contigo o con tu hermana gemela, a ver si al final encuentro consuelo y olvido y esperanza entre tus brazos.
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