Espada tengo, lo demás…

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¿Por qué no dejo hablar de esta oscuridad que se abalanzó sobre mí en algún momento entre mi nacimiento y hoy? No soy el centro del universo, busco una cuarta dimensión en la que huir cuando todo está perdido.

Todo está perdido. Sólo entiendo guerra y dolor, ya no busco la belleza, ya no ansío huir para encontrarte porque todo son remordimientos y heridas que relumbran en la oscuridad, luminosas cicatrices, atrición venenosa que me ha gangrenado el alma.

Sólo veo sangre y fuego y dolor para quien trata de herirme, me agota como hiero a quien me quiere porque he dejado de ser yo y ahora soy un espectro inane, vano, fútil, sombra de lo que fui, cargado de cadenas que me hunden en el lodo con lágrimas en los ojos.

Quiero huir a tu lado, que me salves, que me borres la mente y laves mis heridas y poder volver a empezar de cero, volver a ser ya no el que era, sino el que quise ser y a quien renuncié por esa mezcla inefable de miedo y principios erróneos.