Son momentos duros, en absolutamente todos los aspectos. Habitualmente estos meses, febrero y marzo, suelen ser duros por motivos laborales, y el tiempo es uno de los bienes más preciados en esos momentos. Ahora todo se ve agravado por situaciones sobrevenidas, por esta horda de filibusteros que me rodea y me quita la paz, el dinero y el tabaco que no fumo.
Tratando de aclarar, en tan críticos momentos, si hago como Guardiola y me quedo tranquilo de una vez por todas, me dedico a mí y a oír a Andrés Suárez otra vez y a volver a soñar con tu risa y tus caderas, pues hasta eso me han quitado los malos de esta película.
Desenfocado, terriblemente desenfocado y desnortado, sin apenas sueños que me sustenten, triste, cuitado. Necesito volver a cambiar esta situación insostenible, cambiar a mis compañeros de viaje, volver a rodearme de gente con sentido, seguir buscando tu mirada cuando recupere las fuerzas.
Si algún día quieres volver pídele permiso a tus errores, habla con tu agencia de rigor y pide un adelanto por todo lo que has hecho conmigo. Si algún día quieres caer, puedes empezar contigo misma, puedes terminar mezclándome con gasolina, que todo mi regate se alimenta de tu amargo, que todo lo perdido sea encontrado, que mi contabilidad la domina tu pasivo, que todo mi balance se rebela negativo. Y ahora voy y te digo todo esto para nada, y ahora voy con la batalla perdida, un cañón en la piel, un amor desahuciado, por un cuerpo sin ley. Para nada, para nada, para nada…y ahora voy y te digo todo esto para nada.