Lo intento muchas noches. Intento imaginar dónde quiero estar. Diseñas, al menos en sueños o imaginación, mi vida; una vida en la que no reniegue de todo. No puedo. No hay manera. Nada, absolutamente nada ni nadie me motiva. En medio del desierto, sin puntos de referencia. Ni siquiera con ganas de escribir, mucho menos ganas de escribirte en la piel mil versos.
Necesito salvación externa, una invasión en toda regla; porque yo, a mi libre albedrío, ya no doy para más ni para menos.
https://youtu.be/LdRxAlF2hrg