Hombre y ratones de la mano,
y el juego
de los necios
de los inicuos
de los tibios
de los malvados
sigue
con el mundo por tablero.
Imposible detenerlos,
imposible escaparse
de las hordas de salvajes
sin mirada
sin cultura
inmisericordes
por aplastar la cabeza de sus semejantes
sin más motivo que el odio
preservar los genes deleznables
por encima de la ternura
del cariño
de la sabiduría
de la paz.
Maldigo este mundo desquiciado
esta conjura de necios
este bajel de esclavos
hacia un nuevo mal mundo
en malas manos.
Conmino
a los hombres honrados
a los soñadores
a los escritores
a las personas de bien
a los bienaventurados
a ancianos, mujeres, niños
a empuñar razones cargadas como armas
a enseñar valores cargados como almas
y a devolver el mundo a su sitio.