Soñando con Madrid

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Ansioso, mientras me extravío por sus calles, por escribir en este blog y pedir perdón por no pasar a verte. Anoche miraba por la ventana, deseaba perderme en algún refugio de montaña donde no hubiese nadie, donde esperar en soledad las ganas de volver al mundo.

Solicito una exención de responsabilidad, conseguir que, durante un tiempo, me quite todas las mochilas y vague por el mundo ligero de equipaje. La responsabilidad, mi responsabilidad me hunde, Buscando una mujer que me salve, buscando a alguien que a mí me apetezca que me salve y dejarme salvar. Pero, por ahora, no hay nada ni nadie a la vista. Ahí sigo, sin paz, sin esperanza,  sin dejar que nadie me salve, sin ganas de llamarte, sin ganas de buscarte, esperando que pueda ir soltando mochilas y, un día, perderme.