Quizá el símbolo de una grandiosa retirada para pelear después, para ganar esta guerra que no cesa. Sigo sin verlo, sigo sin verte. Las últimas heridas, las últimas derrotas duelen de una manera exagerada. Repaso los términos de la rendición, las concesiones a esa puta rastrera que es la vida. Busco tu risa pero sin ganas. Sigo perdido, empuñando el sable y gritando, pero no quiero vivir.
¿Sol? Es el comienzo de la palabra soledad, prima hermana del olvido que tanto necesito, que tanto ansío. Un poco de risa rusa, un poco de alegría y de despreocuparse.