Tumbado en la lona, no hago sino mirar las luces del techo frente a mí, destellando como sirenas de aladas colas. Fanático es que el que sigue luchando cuando ha olivdado sus objetivos. Estos últimos días son tristes, pero peor es la ausencia de rumbo en cabeza y corazón, la ausencia de ti que me reduce a un animal respondiendo a instintos. Echo de menos tener sentido y sensibilidad para añorar apagar el despertados a tu lado. Vacío, embrutecido, emputecido, ya no soy ni sobra de lo que fui, ya no valgo ni para que me salven.