Será porque lo intento,
porque intento encontrarte,
que mi corazón sigue rezumando pena
y hastío
y dolor con albahaca
y ramos de madreselvas.
Será,
casi seguro,
porque no te encuentro
que mis noches
se llenan de fantasmas metálicos
que ululan sirenas de bombardeos
desde desdentados campanarios
cariados por la metralla.
Será porque no me quieres,
porque ya no me quiero porque tú no me quieres,
que las puestas de sol hieden a ruda,
que mi alma tiembla sobre un paso a nivel,
que ya no quiero huir de tu mano,
de tu risa,
a donde tu aroma me lleva.
Será porque no me quieres
que ya no sangro poemas.