Siempre fuiste demasiado buena para mí.
Demasiado guapa.
Demasiado para Gálvez.
Porque no te gusta
Andrés, Luis, Marwan,
demasiado tristes
para quien mira su culo en los escaparates,
quien oye todos los «guapa»
que lanzan para quien sea.
Demasiado buena para la poesía,
demasiado guapa para la música triste,
demasiado buena para el amor sencillo.
Demasiado buena,
demasiado guapa
para un triste como yo.
Las chicas como tú
merecen otros chicos,
otras vidas.
Otros amores
más de película de Hollywood,
menos tristes como nosotros,
que no quedamos bien en las fotos del cuerpo,
que no del alma.
Siempre fuiste
demasiado guapa,
demasiado buena
para un tonto como yo.