Marchando sobre Moscú

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Fue Montgomery quien dijo que nunca inicies una guerra de conquista en Asia (no lo dijo así, pero me he permitido cierta licencia cinematográfica). Aunque a veces no puedes elegir las batallas en las que pelear. Ni en lo profesional, ni en lo público, ni en lo personal.

Hay veces que empujan hacia un bando, hacia una trinchera, hacia una posición. Porque no hay opción: triunfo o muerte. Volveré triunfante de África o allí pereceré. No pienso volver derrotado, no pienso volver en la última fila de los victoriosos. Para eso, mejor escoger el bando de los perdedores y luchar con ellos hasta el final.

Otras veces es defender la posición. Sea buena o mala, según los cánones de los miles gloriosus: cuando la traición acecha no deja demasiadas opciones; todo lo que no habías hecho antes, todo lo que no habías preparado , previsto, no será hecho. Aunque lo que tiene la traición es eso: por la espalda.

Triste seguir viendo esto como una guerra. Pero hay poco tiempo para pensar.

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