Algunos días sería mejor no levantarse. Algunos días empieza a llover el cielo en pedazos. Demasiados días tratando de justificar las acciones de personas injustas, de parásitos sociales.
Al final hace callo, para qué lo vamos a negar. Al final uno sigue sintiéndose Quijote, sigue sintiéndose Atlas sujetando el mundo, sigue pensando que, si abandona, vendrán más lobos injustos a tratar de derribar la cerca. Ya están dentro, pero hay que seguir peleando. Hay que buscar hombres y mujeres y niños y ancianos que todavía tengan fuerza, que todavía conserven fe para empuñar el sable de la justicia. No podemos dejar el mundo en manos de aquellos que no lo han vivido.