Cuando todo se rompe, y lo poco que sujeta a la marabunta se desmorona y amenaza con ahogarte. Cuando no llegan tus cartas y me olvido de tus poemas. Cuando la avalancha es ya deshielo, y nada cambia y todo sigue golpeando contra las puertas, Hannibal ad portas, y lo poco que daba sentido del equilibrio se tambalea, y volvemos a vivir en la frontera.
Cuando tú faltas y todo me sobra.