Petado. AL 100% de procesador y de procesos. Así es como me siento yo hasta bien entrado el año que viene. Todo pierde cada vez más el sentido, y ahora sólo aspiro a ser salvado y perderme una temporada en un lugar perdido. Que no tiene sentido este apacentarse de viento en medio del Bronx, que me reclaman para salvar al mundo en el Frente Este y aquí el salario no es para tirar cohetes. Que echo de menos hasta echarte de menos, que no hay salida digna de este lupanar, y sin embargo necesito que me saques. Un poquito nada más. Aunque está la atmósfera tan enrarecida que no sé si respiro oxígeno o rayos cósmicos, que no sé si no me escribes porque ahora vivo como Mr Hyde en la calle del arte y claro, así no me llegan tus cartas.

Evidentemente esto no pintaba bien.
Evidentemente te echo de menos.

Lejos de ser víctimas de algo recíproco,
fuimos capaces de darnos valor añadido.
Fuimos buscando en otras personas lo mismo,
fuimos sin darnos cuenta de lo que nos hicimos.
Fuimos razones de más para irnos,
fuimos vagones de metro vacíos.

Evidentemente esto no pintaba bien.
Evidentemente te echo de menos.

Fuimos en blanco y negro y a todo dolor,
fuimos el Óscar de honor y efectos especiales,
fuimos la envidia de los de la planta de arriba,
fuimos perdiendo el miedo a jugarnos la vida.
Fuimos.

¿Y a dónde vas si te queda una duda en países de Nunca Jamás,
yo te llevo a la Luna y me pongo elegante que ayuda a volver empezar.
Tengo un cráter con vistas al mar donde no hay gravedad
y respiro en tu nuca, mi amor.

Y a falta de mí, tal vez estés con otro.
Y a falta de ti, tal vez me acueste solo.