Además, al leer, uno se da cuenta de que no es especial, de que a alguien le ha ocurrido, en mayor medida (siempre en mayor) lo que a ti. Que no hay nada nuevo bajo el sol. Que cuanto más convencidos, más equivocados están. Sólo dudan los que pueden llegar, los que no lo hacen son fanáticos, tanto o más peligrosos que los del ISIS.