Soy como los gremlins. No puedo ir a Valencia o a Madrid sin que me entre la nostalgia. Sin que me faltes tú sobre la cama, sin que quiera perderme en esa vida que palpita en las venas de la ciudad. Los mil olores, las mil caras, miles de cuerpos, terrazas, coches, luces para perderme contigo, para enderezar esta vida torcida, este mundo del revés. Ansiando perderme contigo para poder renacer de mis cenizas. De tanto que lo intenté, acabé dando la vuelta al mundo y pude abrazarte por detrás, pude oler la sombra de tu pelo.
No te huyo porque te tenga miedo, es que te echo de menos.