Siempre me ha gustado viajar pero, cosas que me pasan, siempre me pongo muy nervioso y, en el momento de la partida, nunca saldría de casa.
Ahora tengo que viajar. Habitualmente viajo con gente de mi agrado, y viajo en una mezcla perfecta de trabajo y placer en buena compañía.
Pero de un tiempo a esta parte no me atrae nada lo desconocido. Demasiadas cornadas, demasiadas esperanzas vanas truncadas, poco que sacar para dentro del alma. No tiene sentido viajar para llegar justo a ninguna parte.
Debe de haber sido la vida, que me lo ha dado todo jodiéndome por dentro.
Y hablando de joder, parece ser que mi alter ego folla a cascoporro. Ya podía pasarme algo.