Doom

en

No sé si habéis jugado a ese juego. Siempre me han gustado los juegos de disparos en primera persona. Empecé con el Wolfenstein 3D y, aparte del Doom, el Unreal o Syberia, no he jugado a mucho más. Lejos quedan el Monkey Island, el SimCity, el Loom y en el ordenador de Fran (gran cerebro y mejor corazón) La abadía del crimen. Como veis, soy muy poco de juegos, no creo que haya jugado a mucho más.

A lo que vamos. En el Doom sales a los pasillos de una base marciana con una pistola y rodeado de zombies. Tu misión es llegar al final de la fase, a una puerta donde, simplemente, te lleva a otro nivel donde hay más de lo mismo. Toda tu estrategia se reduce a disparar sobre todo lo que se mueve, coger cuanta arma o munición encuentres en tu camino, conservar la vida, recoger botiquines que encentres y andar, andar, andar disparando hasta llegar al final. Y en la siguiente pantalla, más de lo mismo.

Hay lugares secretos, que la mitad de las veces no importan. No hay tiempo de explorar, no hay tiempo de pensar; la estrategia es sobrevivir, la táctica es disparar y correr y buscar refugio y adentrarse a sangre y fuego en las cloacas, sótanos, pasadizos. Cada esquina es una trampa.

Cada nivel monstruos más fieros, más duros, más crueles. A veces te atascas y te matan, y vuelves a intentarlo, y pruebas a ser más expeditivo, quizá probar algo nuevo. Aunque luego todo se reduce a disparar más y mejor que los que están enfrente, a causar más daño. Recuerdo partidas en la oscuridad, con auriculares, pasando miedo con el amenazador gemido de lo que acecha en la oscuridad.

Cuando te cansas de jugar guardas la partida, cuando pasas de nivel guardas. Sabes a ciencia cierta que al otro día, cuando vuelvas, seguirá más de lo mismo. Disparar, correr y tratar de durar hasta el día siguiente.

Demasiado parecido a la política.

doom