Hoy no es un día bueno. Ni siquiera razonablemente malo. Buscando en todos los manuales la manera de dirigir esta hidra egoísta sin cerebro que amenaza con devorarme. O seré yo, que veo gigantes de enormes brazos como Briareo.
Todo esto, además, me ha dejado con el corazón en bancarrota. Justo ahora que te acabo de encontrar, cuando todo se hunde y yo tengo eco en mi interior.