Demasiado tarde para escribir

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Anoche acabé muy tarde de reuniones más que inconfesables, reuniones que no siempre son lo que debían ser. Ahora esperando que la semana acabe, sin hotel para irme a Madrid, sin ganas de demasiadas cosas a las que no puedo renunciar.

Sin ganas de ti. Demasiado tarde.

Demasiado tarde para nuestras vidas. Quizá la próxima vida te la reservo, pero ésta no es para ti.