Mañana un amigo estará ante un tribunal (académico) defendiendo su plaza. Eso es, para la gente de la Universidad, algo así como una boda. Todos nos ponemos nuestras mejores galas, estamos allí apoyando la causa, nos encargamos de toda la logística para que todo salga bien, y luego lo despedimos mientras se va a comer con el tribunal mientras nosotros nos quedamos en la cafetería de la facultad, orgullosos y felices. Algo así como «La conducta en los velorios» de Cortázar.
Mañana, Emilio, es tu día. Ahí estaremos. Es lo que toca.