O quizá un poco borracho. El Windows 10 no le está sentando nada bien a mi ordenador de sobremesa. y el vino de los amigos se me sube a la cabeza. Sigo sin verte, sin oírte, sin olerte, son tocarte. Sigo en silencio tu errática marcha por mi vida y no puedo dejar de sentir pena por mí, por ti, por ese mundo loco que me alejó tanto de ti que di la vuelta al mundo.
Ahora, sin ganas de escribirte ni de escribir poesía, sin corazón que brindarte, sólo espero que un Alien Divino me devuelva a la vida. Te echo de menos, y tú sin saberlo. Casi sin importarte.