De nuevo en el frente

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Hombres buenos, en el AVE de vuelta
Hombres buenos, en el AVE de vuelta
Mi permiso mental acabó el viernes. Dejé Madrid, y volví a no dormir, a perder la tranquilidad, a no disponer de mi tiempo ni de mi corazón, a estar triste y a no desearte.

Son tiempos interesantes, ésta es la maldición en la que me veo envuelto por voluntad propia, por tener esa extraña estrategia de huir hacia delante, de hacer lo que debes. Ahora camino sobre la cola del tigre sin intentar despertarlo, sabiendo que tarde o temprano nos enfrentaremos y acabaremos con más cicatrices, y entonces tendré que matarlo o él hará lo propio conmigo.

Mejor dejar el corazón aparte en este trance, es lo que mandan los manuales. Pero añoro la ausencia de tu dolor, extraño el dolor de echarte de menos.