Yo, que me he conocido en tiempos mejores y peores, estoy últimamente muy decpecionado conmigo en el plano personal. En esta nueva situación de tensión (no os imagináis lo que cuesta medir las palabras, con el miedo siempre al acecho), en la que lo urgente ha tomado control sobre toda mi vida, los sentimientos personales, las emociones han pasado a segundo, tercer plano. Así que mi yo emocional se ha borrado. Quizá sea algo de autoprotección práctica, un rollo de supervivencia. Ese medir las palabras para evitar que cualquier atisbo de creatividad sea usado por mentes obtusas como arma arrojadiza.
Me siento cada vez menos persona y cada vez más animal social. Cada vez menos yo y más correcto. Que cada vez te echo menos de menos y no te pongo ya ni cara, ni tengo ganas de perderme popr las noches contigo. Sólo quiero dormir y que el día siguiente sea algo más tranquilo.
Lástima de todo. Ahora mismo no valgo la pena como compañero, es el precio que hay que pagar cuando suenan los tambores y los objetivos son otros, distintos a ser a feliz.