Mañana es mi cumpleaños. 46 años, y muchas horas de vuelo en el currículum vitae.
Normalmente no son días alegres, ya hace unos años que dejaron de serlo, supongo que a medida que vas cumpliendo años vas cumpliendo también decepciones, y éstas últimas pesan más.
Así que mañana haré una confesión en toda regla. Buscaré un momento para contar todo lo que me preocupa en estos momentos. ¡Qué lástima, yo, que podía haber sido una leyenda!
Mañana hablamos. Buen fin de semana.
P.D.: Igual tengo algún que otro viaje a Madrid, viajes relámpago que espero que no me impidan tomar café con personas a las que no puedo ver desde hace tiempo, y tras a las que no he visto todavía y, con quienes, sin embargo, converso a menudo.