Este fin de semana (por otra parte lamentable, como casi todos) escuchaba a Rajoy decir que teníamos unos bancos saneados. Que había supuesto un gran esfuerzo, pero que sentaba las bases de la recuperación económica. Y, claro, a uno se le sube la pólvora al campanario. Porque recuerdo cuando Zapatero dijo que teníamos un sistema bancario sólido, y acto seguido caímos con todo el equipo (es lo que vale la palabra de un político, a los hechos me remito). Y luego, lo del esfuerzo. ¿Para quién ha sido el esfuerzo? Lo entendería si hubieran dejado caer algún banco, les hubieran hecho vender inmuebles, pasivos, activos, hubiera ido gente a la cárcel y pagado con su patrimonio. Pero me da la impresión de que a los bancos les ha costado más bien poco. Hemos inyectado camiones y camiones de dinero público en los bancos para sostenerlos y sanearlos, así que el esfuerzo ha sido de los ciudadanos, no de los bancos. Sí, la macroeconomía tendrá unas cifras fulgurantes, pero el español de infantería sigue padeciendo la crisis como antes. Debían de cortarle los huevos a más de uno, incluido al que habla en el vídeo (aunque por esta vez le doy la razón, pero últimamente los periodistas y los políticos son en general dos mierdas difíciles de distinguir)