Uno de los finales mas tristes, que yo jamás leí, es el final de Peter Pan. El tiempo pasa y pasa para todos; Wendy crece y se hace toda una mujer, y tiene una niña que se parece a ella cuando se escapaba con Peter Pan. Una noche, pasado mucho, mucho tiempo desde la última vez que se vieron, Peter Pan irrumpe en la habitación de Wendy para buscarla, para llevársela de nuevo a Nunca Jamas. Pero el tiempo no pasa en balde; Wendy no es una niña. Cuando él le dice «vengo a por ti», ella le dice «no des la luz, porque dar la luz supone enfrentarse a la jodida certeza de que hemos crecido». Alguien entró de golpe en la habitación, y encendió la luz, y nos dimos cuenta de que casi no quedan niños. De que negamos el derecho a la infancia, a los que la merecen. Si Peter Pan viniera a buscarnos, no den la luz, no vayan a descubrir que le hemos traicionado, que… hemos crecido demasiado.