Vida prohibida

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Esta semana intento curarme. Intento encontrar fuerzas para reordenarme, para intentar limpiar mi mente. Todos amamos a alguien que no nos ama, y a todos nos ama alguien a quien no amamos. Todos somos la pesadilla de alguien y todos tenemos nuestras pesadillas particulares.

Por eso estoy intentando reparar lo que queda, lo que hay. Simplemente hay que seguir la vida.

Todos tenemos una vida. Construidas siempre como un tapiz tejido en parte por azar, en parte por planificación y el resto por las Moiras. Y eso conforma nuestra vida, nuestro tapiz. No puedo dejar de pensar en todo lo que se ha descartado hasta llegar ahí, todo lo que se ha abandonado, el jardín de los infinitos senderos que se bifurcan y que hemos ido abandonando.

Hasta hace poco deseaba otra vida. Incrustarme en otra vida que me llevara lejos o cerca, que me permitiera olvidar todo lo que me ha traído hasta aquí y me hace maldecir una y otra vez durante las noches insomnes, descargar la mochila que tanto peso arrastra. Casi se convirtió en una obsesión.

Ahora intento arrancarme esa obsesión. Esa vida, esas personas desconocidas o anheladas que sólo causan dolor y extravío. Errores otra vez, no vale la pena, no vale mi desvelos ni mi preocupación.

Resignado a pensar que ya no queda tiempo para escapar. O con quien.

2014-09-06 20.09.18