A veces creo tener un atisbo del fondo de mis problemas. Bueno, de parte de ellos, de la parte que no implica mi particular forma de ser.
Estoy cansado de tanto lastre. Estoy cansado de todo lo que arrastro, de todas las decisiones y obligaciones que tengo ahora comprometidas, que mantengo porque son eso obligaciones, pero que realmente no me aportan nada personalmente, salvo la obligación de seguir arrastrando todo lo que cuelga de mí. Allá donde voy me llevo medio mundo detrás.
Por eso anhelo empezar de cero. Quedarme desnudo, pobre, vacío, y volver a cargarme de lastre, de obligaciones, de decisiones. Volver a sentirme ligero, descargado. Correr. huir, empezar a ponerle nombre a las caras y a las cosas y empezar a equivocarme. Vivir de nuevo sin tanto a la espalda.