Pastillas para no pensar

en

Es lo bueno de tener mucho trabajo: no hay tiempo de pensar, no ha lugar para la desesperación. Llega el verano y el gobierno nos azota con sus leyes (El pueblo no debe tener miedo de sus gobernantes, sino los gobernantes del pueblo). En mi caso, aparte de enterarme de que nos van a bajar el sueldo a los profesores, con el fin de salvar el rescate del país (supongo que será el rescate de los bancos), pues aparte de eso, van a cambiar la ley que me permite promocionar en mi carrera. Me he dado de plazo este mes para solicitar mi acreditación, simplemente con el fin de tenerla antes de que cambien la ley: cada vez que las cosas cambian lo hacen a peor. Así que voy de culo, creyendo poco en lo que hago, pero haciéndolo porque es lo correcto, es lo que hay que hacer. No te puedes parar, siempre hay que huir hacia delante, o convencerte de que estás haciendo eso. Me atrevo a hacer todo lo que sea digno de un hombre; quien a más se atreve, no lo es (es que estoy viendo V de vendetta, aunque la cita es de Macbeth. Debían poner esa película todos los días hasta que el pueblo nos levantásemos en almas contra los que nos malgobiernan).