Hay mañanas en los que me siento más derrotado de lo normal. Cuestiones de ánimo, de cansancio, de circunstancias. De amigas en hospitales y problemas de la vida. Empiezo a renegar de muchas cosas. La cabeza siempre me dice lo que es correcto o no, pero la cabeza es muy aburrida, y necesitamos algo de alma para llegar a fin de mes. Algo de ilusión, algo de esperanza.
Ya no sé dónde está el error; supongo que en mí. Seguro que en mí. Pero es difícil dejarlo todo a la cabeza, porque entonces la vida es muy aburrida. Sólo quería soñar, y me equivoqué.
En fin, mejor dejar esta entrada por hoy, no va en la dirección adecuada.