Los tiempos cambian

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1262498605449_fAquí estoy, cuidando en un examen de primero de carrera, donde la carnicería va a ser espantosa. No estoy nada a gusto por esto, la verdad. No sé cuál es mi parte de culpa en esta masacre.

Dejando aparte esta situación coyuntural, de un tiempo a esta parte me estoy dando cuenta, cada vez más, de que quejarme no tiene sentido. No estoy tan mal como me creo, y el error está en mí. Lo único que hago es ser injusto y causar dolor. Soy un inmaduro.

Ahora que me he demostrado que no tengo valor ni ganas para cambiar nada, lo mejor sería encerrarme en mis ensoñaciones y esperar a que se calme todo. Intentar escribir, que es mi asunto pendiente, dejar de desear, de soñar, de esperar, y dedicarme a sencillos placeres cotidianos: ver pelis, leer, incluso viajar si hubiese dinero. Ser uno más, sin sombra y sin espejo, más ignorante, menos desgraciado.