A veces me canso de decir que sí, y de que ciertas personas acaben aprovechándose de mí, de mi incapacidad de decir que no, de mi manía de querer caer bien a todo el mundo. Al final, acabo quemándome porque me decepcionan ciertas personas y me desangra el corazón. Así empiezo a retirar mis tropas de ciertos frentes que ya no son productivos, casi todo lo contrarios. Haciendo caso a Montgomery y Vizzini, «nunca empieces una guerra de conquista en Asia «.