Pensando

en

2014-03-10 16.01.31En estos días largos y tristones, uno no hace más que pensar. Con pocas ganas de hacer, muy pocas, me resigno a a solucionar lo ineludible y a dejar que todo se deslice lánguidamente hasta que algo cambie; hasta que empiece a ver pájaros, señales que me indiquen qué ruta tomar, hacia dónde huir. Con unas ganas de morirse poco a poco, sin que duela demasiado. Quizá a tu lado, quizá solo.

El cansancio es terrible, en absolutamente todos los aspectos. Tantas preocupaciones sólo hacen que desee abandonar absolutamente todo y dedicarme a disfrutar, a olvidar. A recuperar la ilusión perdida. A los pequeños placeres que son las camas deshechas, los amaneceres, las terrazas de los bares y el dolce far niente.